El frío del desierto.

| |
Me agobia
este monólogo tonto sin lengua,
esta nueva realidad de bocas cerradas,
de labios sellados.
Te prometo que he buscado
pero no hay palabra que iguale las baladas
de mis vocales sin gobernante:
el desfile de dos cuerpos soldados
sin consonantes, sin "tú" ni "yo".
Porque juramos que no,
no había un significado preciso
para las rosas de la piel.

Pero deshiciste, y ahora son
cien las secuestradas:
el tacto hedonista de la madrugada,
las excusas de colchón,
los ojos jóvenes del pecado;
o el anhelo sin permiso improvisado...

Hoy no hay qué comer, corazón,
no busques.
Aliméntate del recuerdo, corazón,
y acurrúcate tú solo;
que te honra el hambre.










Alexia Gómez. Con la tecnología de Blogger.
 
Twitter Facebook Dribbble Tumblr Last FM Flickr Behance