Mirate. No eres más que un pequeño bulto que en cuatro meses podre por fin acariciar. ¡Tengo tantas ganas de ver esa sonrisa sin dientes! Un pequeño bulto que es fruto de tanto amor... Puede que momento no tengas pelo, pero ¿sabes que? Se que tienes los ojos de tu madre.
Te prometo sostenerte entre mis manos y ser más cuidadosa que nunca. Te prometo intentar que mis lágrimas no te caigan en la cara, prometo no hacerte nunca daño.
Tienes tanta vida por delante... ¿Sabías que has estás hecho a base de sueños?
Prometo susurrarte bajito por las noches, y también que solo te daré la verdad. Ni siquiera tienes aún un presente, aun no has ni empezado a vivir, y ya eres mi futuro.
Se que siempre estarás dentro de mí también.
Porque la verdad es que eres el solamente el único. Pronto podrás sujetar tus dedos alrededor de mi pulgar, y agarrarme fuerte. Agárrame fuerte y estarás bien.
Te juraré mil veces que eres solamente el único.
Ahora eres solo un pequeño bulto, pero se que pronto crecerás dentro de tu piel... Con una sonrisa como la de ella, y ese lunar tan parecido al mio. Con esos meñiques tienen el tamaño de la mitad de un grano de arroz, y tus ojos, aquellos ojos que aun no se han abierto, pero cuatro meses, mirarán la emoción de un padre, y mirarán el amor de una madre.
Pronto podrás caminar sobre mí con tus diminutos pies, o dormirte sobre mis brazos. Prometo dejarte ser libre y hacerte feliz aunque sea con mi vida, porque en verdad, tu eres mi vida.
Prometo no dejar que nunca te pase nada, y no dejar que nunca nadie te haga daño.
Ah, y bueno, también
prometo quererte como a nadie, mi pequeño bulto.




12 de Abril, al Amanecer.

-Pero... ¿Entonces ya está? ¿Todo a terminado? Pero, ¿Por qué?
-... Será mejor que me olvides.

Y sus palabras resonaron en mi cabeza, como sus pisadas de tacón alto resonaban alejándose de mí. Quise correr, pero no pude. Mis pensamientos me lo impidieron, y es que tenían razón.¿Qué más podía hacer yo?... Agotado, me senté a esperar que el sol terminará de reinar en el cielo y así, mi caudal de lágrimas fuera secado por él. Y lo fue, por muy improbable que parezca. Una pena que mis sentimientos no desaparecieran tan velozmente. Sus palabras seguían en mi mente "Será mejor que me olvides", "será mejor que me olvides"... Otra vez me encontraba conmigo mismo, desolado. Mientras mi cabeza solo pensaba en ella, mi corazón trataba de recomponerse intentando coser de vuelta sus tequieros, buscando una explicación a todo lo ocurrido... Pero no la había.

Y cuando se dio cuenta de que no la había, volvió a mí la parte que ella me hizo encerrar. Sí, esa parte violenta, esa espina. Y me recordó todas las noches mal dormidas por su culpa. Me hizo pensar que al fin de al cabo, si ella había sido capaz de hacerme tanto daño, no era tan buena; aunque fuera perfecta. Y esa espina se apoderó de mí, y me hizo volver, a su portal, que tantos besos presenció (Todo era mentira, me recordaba). Por el camino, mis oídos parecieron contagiarse del veneno de mi yo violento, porque solo podía escuchar sus promesas rotas; "Nos querremos mas que nadie, para que no corra ni el aire entre tu y yo"...

Había llegado. Recuerdo que me acordaba de su piso por alguna estúpida similitud entre "C" y "Cariño" (Querrás decir cabrona, me recordaba). No pude evitar fijarme en que la floristería de al lado de su casa aún no había abierto... Esa que tantas veces me había sacado de apuros... ¡Cuantas veces le regale rosas por olvidarme de su cumpleaños, o nuestro aniversario!... Espina volvió. Controlaba hasta el último centímetro de mi cuerpo. No pude evitarlo, y de un puñetazo rompí el cristal de la vitrina. Recogí todas las rosas que pude, y mientras sus espinas teñían de color sangre mis manos, mi rabia tomaba cada vez más el control de mi mente.
Una a una, arranqué todas las espinas de esas rosas, y las fui cuidadosamente introduciendo en su buzón. Una por cada mentira. Por cada promesa rota. Por cada latido de mi corazón maltrecho.

Que le dieran por culo. (Ha cambiado, ya no es ese corazón de piedra que te enamoro)
Quien diría, que lo que parecía piedra era el forro de un colchón.
En el fondo, solo era un corazón de mimbre.






"No comas eso, o te volverás una gorda, y no te querrá nadie.
No te maquilles tanto, o parecerás un payaso, y no te querrá nadie.
No te vistas con tacones, o te etiquetaran de pija, y no te querrá nadie.
No salgas todos los días, o te llamarán inmadura e irresponsable, y no te querrá nadie.
No te exigas tanto, o te volverás una perfeccionista, y no te querrá nadie.
-
No comas tan poco, o te tacharán de anorexica, y no te querrá nadie.
Maquillate más, o parecerás un tio, y no te querrá nadie.
No te pongas chandal, o te etiquetarán de choni, y no te querrá nadie.
Sal más, o te convertirás en una asocial, y no te querrá nadie.
Exigete más, o te volverás una vaga, y no te querrá nadie."

...
No hagas lo que quieras, no seas libre, no elijas lo que quieres hacer, no te permitas el lujo de evolucionar como persona, no pienses diferente, o serás feliz, y no te querrá nadie. 




(Yo siempre me querré)



Alexia Gómez. Con la tecnología de Blogger.
 
Twitter Facebook Dribbble Tumblr Last FM Flickr Behance