Mi cielo,
Ojalá te vieras como yo te veo.
Quisiera en un gesto de agradecimiento
darte por un día mi vida, y así
te pudieses sentir como yo te siento.
Quisiera regalarte mi piel.
Mi inocencia cuando te doy la mano
y mis secretos cuando estás dentro.
Quisiera, pero ya tienes, mi tiempo.
Mis pasiones y pensamientos
cuando Madrid es fría y mi confianza tirita.
Quisiera, pero es ya es tuya, mi sonrisa.
La furtiva cómplice entre dos miradas,
Y la exhaltada risotada compartida.
Sé que te nombro de dudas desnuda,
Porque la boca se me llena de futuros.
Y te atragantas, porque a veces te asusta.
Pero tienes que entender; que
Yo me alimento de un sueño, intruso, iluso,
del aliento que sabe a amor en tus mañanas.
Por eso no tengo prisa, mi cielo eterno.
Porque, estoy (perdidamente)
enamorada.