Hoy se puede ir a la mierda todo el mundo.
No me apetece ser filosófica y escribir una entrada bonita o algo que os haga pensar, hoy ni soy madura ni una niñata, hoy ni guapa ni fea. Hoy no soy buena estudiante, ni lista, ni gilipollas, ni amable, ni me gusta ni me disgusta nada. No hay una etiqueta que pueda etiquetarme hoy, porque no, tampoco soy indefinible. Y es que ni si quiera soy una puta persona.

Que no soy nada. Que soy vacío, joder. Vacío porque es como me siento. Que hoy no tiene sentido una nada, ni si quiera tiene sentido que yo pueda escribir esto en un ordenador, bajo un techo, mientras debe de haber verdaderos talentos por el mundo que nunca sean descubiertos por no tener oportunidades, porque ni si quiera saben leer. Injusticia allá donde miro. Y nada podrá resolverlo. Ni el capitalismo, ni el comunismo, ni el socialismo, ni el islam, ni el cristianismo, ni el judaísmo, ni nada.

Joder, moriros. Y con suerte, no existirá ni un cielo ni un infierno, y no tenga que volver a veros a ninguno de vosotros. A ninguno de los que habéis creado esta mierda de mundo, a los que nos habéis prohibido pensar. Y los que nos habéis atrapados en un mundo creado por nosotros.