Como en un tren,
a veces la velocidad me tapa los oídos. 
Cuento los días en "Días que quedan para", ajena.
Bailo al ritmo que me marcan, porque así he vivido;
Y es tan rápido que el corazón se desenfrena.

Tengo las manos tan llenas de ojalás
que se me desbordan los futuros,
Y a veces me siento una prostituta de sus pautas,
Y a veces no pienso en si lo que tengo delante
es una puerta o es un muro.

Por suerte para mí siempre queda mi ventana fría,
Cuando todo a mi alrededor duerme 
y las estrellas son mi manta.
Aquellos árboles del fondo son mi única casa.
Suena Jimi Hendrix y recuerdo a Benedetti,
Con ese verso que tanto me gusta
que habla de nostalgias.

Tengo la férrea voluntad de no aferrarme a nada,
de olvidar algún que otro principio 
y desterrar todos los finales.
De medir el peso de las cargas, las culpas, las inseguridades,
Porque necesito perdonarme por todas las veces
Que decidiré rendirme al vértigo y a sus precipicios.

Sé que me equivocaré, es la única premisa
-promesa de desequilibrio-
Que olvidaré mi nombre por alguna que otra sonrisa.

Pero no hay nada mejor para el cuero
Que las cicatrices y sus vestigios.


¿Nuestro problema?

Que vivimos pensando que todo
ha quedado escrito,
que llevamos un control del modo.

Que nuestro presente es infinito,
mientras lo único seguro
es la certeza de que muera.

Sobre el papel todo es perfecto,
¡compra la vida que te venden!
Desperdicia las horas y gana dinero.

Búscate un novio decente,
haz fotos y enmárcalas para los recuerdos
que creéis que habéis vivido.

Deja pasar los trenes,
no hagas caso de las señales del cielo.
Dona tu cerebro
para trasplantes de pelo.

-

Lo único valioso que tenemos
son las fugaces casualidades,
que despiertan futuros dormidos
que limpian el mundo de necedades.

Ese es el problema,
que hay belleza donde no quieren verla.
Que hay canciones tristes en los ojos
de cada una de las fronteras.

Toma el pulso de tus pisadas,
olvida la coherencia y sus antojos.
Nos han hecho pensar que hay jaulas,
nos han hecho creer que estamos locos.

Pero a la mierda con sus discursos,
con su ideología de martillo y bombo.

La libertad es la libertad
de elegir el cómo.




Alexia Gómez. Con la tecnología de Blogger.
 
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