Sí, he visto la oscuridad de la noche, estuve allí. He estado rodeada de toda esa soledad de una noche sin estrellas, con la ausencia de existencia excepto una luna, blanca, alumbrando.

¿Pero a qué? ¿Quiero realmente ver lo que ilumina? ¿Quiero ver lo que me rodea?

Se dice de los ignorantes, que por el hecho de ignorar, son más felices. Se dice de los sabios, que el conocimiento les hará libres. Pero yo ya no quiero conocer, si conocer implica conocerme a mí. Porque yo no quiero saber quien soy, y no quiero que la luna me ilumine. Solo que se apague. Solo quiero que la luna se apague para que la noche me trague, muriendo ahogada en la seguridad de la oscuridad, que no juzga, no piensa, no siente; que sólo es.
(la princesa de las pulseras y las tijeras)

Alexia Gómez. Con la tecnología de Blogger.
 
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