Friederich

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Hoy te he intentado escribir una canción,
Por todas las que nunca te compuse.
No he podido.

Pocos inviernos han sido más fríos
que lo que no me atrevo a llamarte alma.
Pocos recuerdos más míos,
Que los que no estoy segura de compartir.

Sí, aprendí;
Aprendí que no sé tanto,
que no sé de siglos ni de sitios 
por los cruza el río Guadalquivir.
Aprendiz,
Tan poco experimentado en llanto,
Yo muero entre tus mitos y libros
Porque nazco sintiéndome vivir.

Quedan cenizas, brisas,
visiones en las cornisas de un adiós volado.
Queda la pena de que quiero
Hablar de ti y no puedo,
Porque si escribo amar, me nombro a mi.

Tú no entiendes absolutamente nada
De cómo late un corazón, amor.
Pero me hiciste volar en su aroma
Y me queda la estrella
Que no te sigue,
Que ya no existe,
Que no promete,
Que no luce,
Que no duele.

Pero que está esperando que vislumbres
Para que seas tan terriblemente feliz;
Que me da igual si crees que miente.

Cierro paréntesis. (Hasta siempre).


Alexia Gómez. Con la tecnología de Blogger.
 
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