Prometeo

| |
Cuando terminó de asomarse, 
cuando venció al vértigo; me regaló un pincel y un espejo.
Pensé:

-Puedes pintarte flores.
Píntate la sonrisa que vendiste
a cambio de la estabilidad,
Pintarte triste.

Píntate heridas,
Llena tus manos de caminos y
Avísales del daño que causa
El terciopelo herido.

Píntate bella, corazón.
Píntate sin arañazos y sin metal.
Píntate alas nuevas,
No digas que son de cristal.

Píntate valiente, mi vida.
Píntate las dudas y di que no están,
Píntate libre y volando
Aunque te ahogues de mar.

Pero algún día, tendrás que mirarte,
y no habrá flores ni llagas,
ni a donde escapar.
Algún día, tendrás que escucharlo,
y no habrá excusas fugitivas.
No habrá.


Abandonaré ese pincel, lo prometo. Cruzaré el abismo, robaré el fuego.
Pero hasta entonces, el reflejo se escucha partirse. 
Y yo sé que cuando se rompe, nunca te mira igual...
                    (Si te rompen, nunca te miras igual). 




 

Alexia Gómez. Con la tecnología de Blogger.
 
Twitter Facebook Dribbble Tumblr Last FM Flickr Behance