Tu poema particular.

| |
No soy capaz escribirte como Hernández ni llorarte como Neruda, y nunca podré plasmar algo mínimamente parecido a lo que ellos, sin conocerme ni conocerte, nos dedicaron. Pero a ti, que sin prisa con una cerilla me has sabido descongelar tras la peor de las tormentas, a ti que siempre supiste esperar el día en el que me encontrarías desarmada y no desalmada; a ti, lo mínimo, son palabras, "que más que mías, son tuyas". 

Qué gran parecido guarda la soledad que compartimos con el amor...
Qué envidia de tus ojos que saben verme como ángel y demonio. Qué suicida corazón que entiende que se consumirá como ese pitillo compartido, porque en el fondo es consciente; yo solo sé dejar cenizas.
Y aún así, esta niña caprichosa cree que es de digno orgullo, el ser el rastro que deja tu pluma cuando sufres insomnio. Porque sólo tu has sido y serás (ni Hernández ni Neruda) el que pudo convertirme en lo que crea y destruye mi ser, en arte. "Para mi libertad, bastan tus alas", aunque esté mal citado.









Alexia Gómez. Con la tecnología de Blogger.
 
Twitter Facebook Dribbble Tumblr Last FM Flickr Behance